Madrid Vs Mandingo (Dia 3)

Domingo
Hora Zulú: 8.30 am
Suena el despertador, y, como siempre que duermo menos de 8 horas, mi cabeza protesta. Qué se le va a hacer. La ducha me disipa el dolor, y me acaba de despertar. Despierto a Fer, y en lo que se arregla, veo pasar a Raquel con una cara de no haber dormido nada, o ser la niña del exorcista, no lo sé muy bien, pero me inclino por lo de no haber dormido, anoche se pilló un pedo un poco tonto, pero la chica es encantadora.
Nos preparamos y salimos a desayunar fuera, enfrente de Atocha. La idea no ha sido muy buena, hoy hacen 3 años del cruel atentado, y el Rey viene a inaugurar un monumento. Menos mal que todavía era pronto, y conseguimos desayunar y pasar sin demasiados problemas. Nos ponemos a la cola de la exposición de Tintoretto. Media hora de cola más o menos para poder entrar. Vemos la exposición, no hay mucho más que decir.
Volvemos a casa, el bullicio del Domingo por la mañana es abrumador, y más hoy. Menos mal que el Rey ya se ha pirado. Comemos, vemos un rato la tele, y después me vuelvo a Mendez Álvaro a coger el autobús que me lleve de regreso a casa.
El viaje en autobús todo tranquilo, hasta que paramos en mitad de la nada. El conductor se baja, sube, y 10 minutos después reanudamos la marcha. Toda la parte de atrás del autobús mosqueada, y yo más, porque aunque la peli que me estaban poniendo era una mierda (The Core) pues la estaba viendo, y con tanto ajetreo no me empanaba de nada.
Llegamos al peaje de la autopista, y el autobús vuelve a parar. Vuelve a bajar el conductor, vuelve a subir, y nos dice que un hombre se ha mareado, que ha llamado a la ambulancia, pero que hasta que no llegue no nos vamos a mover de ahí, así que si queremos salir a estirar las piernas que no nos alejemos del bus.
Ahora si que se jodió la película, por lo menos el hombre estaba bien, un mareo. Tarda en llegar la ambulancia cosa así de media hora, y reanudamos la marcha. Llegamos a Valladolid con casi una hora de retraso. Shit happens, como diría el otro.
Fin del día 3.
Ahora a descansar, espero que os hayan entretenido mis andanzas por la capital...